Recordar

Recordar: del latin re-cordis. Volver a pasar por el corazón.

Los dos sintieron en el mismo instante, y resbalaron el uno hacia el otro como para caer en ellos mismos, en la tierra común donde las palabras y las caricias y las bocas los envolvían como circunsferencia al círculo, esas metáforas tranquilizadoras.


viernes, 18 de noviembre de 2011

A veces la vida se comporta como el viento.

A veces la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa.

Cierro la puerta.
Prendo la luz.
y sigue todo oscuro.
todo gris.

A su paso todo peligra; hasta lo que tiene raíces.
Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.

mi taza de té sigue en la mesa desde hoy a la mañana.
los platos sin lavar de anoche.
y en el canasto la ropa para lavar,
la leche fuera de la heladera,
la cama sin hacer,
el armario sin ordenar.

Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojos con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos.

Yo y mis miserias.
Yo y mis angustias.
mis fantasmas,
yo y mis recuerdos,
ya sin gusto,
yo sin ver.
Negrita, me cuesta mirar la vida, te dije.

A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. Algo susurra pero no se le entiende.

No se a donde voy.
No se quien soy.
No puedo entender, ni escuchar, ni decir, ni sonreir.
A veces tampoco llorar.

El cielo se mueve mas rápido que las horas.

Estoy perdido.

Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresara la calma.

La vida se transformó en viento casi sin dar aviso.
cerre las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio

-Empezé terapia, estoy siguiendola al pie de la letra.
Me está enseñando a que extrañar no duela tanto.
Aprendiendo a reir sin rueditas.
Entre tantas caricias me dijiste que iba a aprender a salir de esta.
Voy a aprender.





Yavaahabertiempodeabrirlasventanas.


conintertextualidadesdelcuentoamigosporelvientodeLilianaBodoc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario